Los animales producen, en la mayoría de los casos, un gran efecto de bienestar entre los humanos. Y, de forma concreta, los perros se convierten en una verdadera compañía.
Basados en este básico argumento, se ha comprobado, y contrastado, que los perros ofrecen un gran apoyo a las personas mayores, estimulándolas y rompiendo un sentimiento de soledad que se agrava cuando las personas se hacen mayores.
Por ello, las Terapias Asistidas con Animales en las residencias buscan mejorar la salud de los mayores, no solo física sino social y psicológica. En concreto, los perros son el principal recurso que se utiliza en las sesiones terapéuticas y se convierten en un estímulo sensorial de las personas mayores y ayuda a mejorar su salud.
Es más, diversos estudios científicos han demostrado que trabajar con perros en residencias para mayores obtienen importantes resultados, ya que permite que se incremente la autoestima y la motivación de los mayores y mejora su estado de ánimo. Incluso la interrelación entre el residente y el perro ayuda a rebajar el estrés y a reducir la depresión.
En las residencias del Grupo SERGESA trabajamos con la implementación de estas terapias, porque consideramos que nos ayudan a mejorar la salud de nuestros residentes y facilitan el contacto entre los mayores. En las sesiones en las que hemos trabajado con perros hemos comprobado que los residentes hablan más entre ellos, disfrutan de los momentos que pasan con el perro y, el resto del día, vuelven a sonreír al recordar aquellos instantes.
De esta manera, se logra reducir el sentimiento de soledad de muchos mayores.
Pero, además, está comprobado científicamente que las actividades de estas terapias asistidas con animales también favorecen la estimulación del aprendizaje y la memoria.
Por ello, en las residencias SERGESA creemos en la importancia de la relación de los animales con los residentes, una relación que ayuda a mejorar sus vidas.